Poco a poco entraste en nuestra casa y te ganaste tu cariño, siendo ese animal juguetón y manifestando alegría moviendo el rabo.
Aquellos días fueron pasando, tus paseos con nosotros en la.playa, recuerdo como corrías en la orilla del mar.
Una vez te asustaste de los caballos, tenías miedo a las campanas y en especial a los cohetes.
Por recordar un gran día fue en la nieve con David, aunque se te congeló una pata nos lo pasamos bomba.
Otro día que lo pasamos mal fue con tus juegos David te soltó y te perdiste por Almería unas cuantas horas, hasta que la abuela María en sus paseos te encontró, que susto y que alegría estar de nuevo con nosotros.
Aiste te dijo que eras un cojín porque estaba en los sillones y siempre durmiendo.
Los fines de semana te pasabas todo el tiempo con nosotros, las noches de las semana estabas con David...Los lunes cuando venían a por ti no sabías lo que hacer.
Y cuanto disfrutabas de la comida en especial del jamón y los palitos, siempre te ponías junto a mi porque te caía algo.
Jugábamos mucho hasta que poco a poco me iba dando cuenta que ya no me ibas a recoger la pelota.
Y te gustaba mucho subir en el coche y también más mayor como a.los.adultos nos costaba trabajo
Ladrabas muy poco, solo cuando tocaban a la.puerta y decíamos quien es...
En la pandemia apenas estuviste con nosotros pero te echamos mucho de menos.
Últimamente venías con nosotros a todos sitios, parece que te ibas a ir, no querías molestar, te fuiste a otra habitación sola e incluso tu último suspiro fue en la clínica junto a tu seres queridos David y Yolanda.
Simplemente te recordaremos siempre
Adiós Noa.