5 jun 2024

Cristina, adiós

 Fue un tres de junio cuando nos dejaste, toda una vida, aunque en tus últimos años no tuve mucho contacto contigo, ya no estabas como tú eras, me queda de ti toda mi niñez y parte de mi adolescencia.

Recuerdo el gran cariño que le tenias a mi madre, erais inseparables mas que una hermana para ella, ya que en sus primeros momentos fuiste el apoyo sobretodo antes de que yo naciera.

Podrías haber contado mucho de la vida de mi madre pero fuiste una mujer prudente, para mi fuiste una persona inolvidable que no tuviste ni un mal gesto, al revés me ayudaste quiero recordar la primera y única vez que me embriagué y mi madre estaba muy nerviosa, ella con una actitud positiva me ofreció un café con sal y ahí acabo todo.

Nosotros éramos parte de su enorme familia de hijos, seis y nosotros dos.

Ayudabas cuanto mas y mejor podías, no hay palabras para definir el esfuerzo tuyo en aquellos años 60, una casa pequeña con una familia y un sueldo, una maravilla de mujer.

Nunca te vi de mal humor, aunque como cada persona es un mundo, sabias aflorar con espíritu alegre esa deficiencia.

Me viene a la mente la relación que tenias antaño con "la comadre" que era de tus hijos y también la mía en el contexto de amistad.

Esos cafes matutinos, casi a diario, eran tema de conversación de vida para mi madre y para mi en los meses de verano de vacaciones.

Casi llegas al centenario, pero tu cuerpo no podía más, ya hiciste una gran historia con cada uno de nosotros, tu familia, amistad y por donde quiera que pasaste desde el Barrio Alto hasta el Barrio de Regiones, pasando por los Albaricoques.

Me siento orgulloso de haberte conocido y haber formado parte de grandes momentos en mi vida.

Cristina no se fue, está con nosotros como protagonista de nuestra vida.

Gracias por existir, tu recuerdo permanecerá siempre en mi mente.