Un dia 20 de octubre volvemos a la carretera esta vez con nuestros cuñados, nos dirigimos a Cazorla un pueblo de cuestas y cuestas, bonito si, pero mejor es su paisaje, los peor lo escarpado de su relieve, hotel normalito, comida un plato combinado en las Viñas, después hicimos una ruta por un sendero a lo largo del rio pero las rocas, las piedras, las subidas y bajadas acumulados a mis setenta años, hacen que me resulte como imposible hacer el recorrido y encima después de comer ese suculento plato combinado. Asi que a chupar hotel después, descansar de esa paliza.
Salida nocturna después de ver ganar al Almería en Zaragoza, una cena en el restaurante del hotel con la anécdota de los sesenta euros de Yoli, una comida rellena de croquetas, morcilla y berenjenas fritas.
Este 21 de octubre lo defino como ruta en coche por el parque natural de Cazorla y las Villas, todo paisaje donde el dominio del color verde, arboleda, alguna que otra cabra montesa y el espacio plagado de curvas hacen que la mañana se te pase rápido, el anecdotario está en la visita turística con coche Cazorla e Iruela en sus estrechas calles, ir a la Torre Vinagre que no se el porqué de este nombre ya que no hay vinagre ni torre y pago en el parking para hacer el mini sendero del rio Borosa, vuelta a Arroyo frio una comida de cabrito al ajillo ensalada de pimientos Berenjenas atún y huevo y regresa al hotel puerta de Cazorla.
Y la cena junto al hotel jamón bravas y tinto de verano con la suficiente desgana propia del grupo.
Este tercer dia comienza con un desayuno hotelero a base de tostadas de atun y camino hacia Baños de la Encina con alojamiento en el palacete de Maria Rosa en la habitación Pescador, visita guiada al castillo a destacar la forma de construcción a base de arena y cantos rodados y subida a la Torre del homenaje una gran cuesta para ir a la ermita y admirar el camerino del Cristo del Valle, salida, empujarte una carrillada en salsa para despues ir al Molino y encontrarlo en una plaza pequeña digna de admirar, para terminar bajando por esa encrucijada de calles, hasta la tumbona del palacete. Salida nocturna infructuosa para ir a una tienda para coger viandas y al palacete a cenar en la terraza.
El cuarto dia se convierte en un caminar a buscar el desayuno pero nada de nada, partimos a Bailen donde cumplimos el objetivo.
Llegada a Jaén, tras un circuito urbano de calles por estar en obras algunas zonas, al final llegamos al piso, salida hacia la catedral donde vivimos la monumentalidad de la misma, cervecita meona y a buscar un lugar pará la comida de un plato de habitas con jamón.
Lo mas difícil del dia fue llegar a los baños árabes tras mas de hora y media deambulando por las calles llegamos al mismo donde para mi es uno de los principales monumentos que he visto en este viaje.
Tras el cansancio del caminar nos vemos obligados a buscar un supermercado para terminar una gran cena coloquial filosofal en el piso.
Último dia desayuno junto al apartamento y salida hacia el castillo de Santa Catalina de Jaén, a destacar sus vistas y dentro de lo pequeño que en media hora hace la visita y ya para finalizar la vuelta hacia Almería con música de los años setenta, para en ruta para almorzar.
Un viaje ➕ con algo de contar para salir de la vida rutinaria.