Como lo prometido es deuda. Hoy he tenido tiempo para empezar a escribir en mi blog, lo primero que voy a realizar es transcribir el discurso realizado hacia mi persona por mi compañero y amigo Andrés.
Mi querido y entrañable
amigo y maestro Antonio:
Cuando me invitaron
a decir unas palabras en este acto de tú liquidación,
perdón quería
decir de jubilación
administrativa, dije “si
quiero” sin
dudar. Un instante después,
al enfrentarme a ¿qué decirte?, se hicieron presentes en mí mente los temores propios de una
persona que quiere hacerlo perfecto ante un acto de la injundia de este.
El
primero, no resultar tedioso y tormentoso como los claustros en los que nos
conocimos, aunque en la distancia del tiempo, les concedo su “puntillo” y recuerdo con simpatía
y agrado a todos los que estábamos
por allí.
El
segundo, ¿y si no le gusta a la peña?,
entonces discurrí “si
todos los que estamos aquí te
queremos y nos sentimos tus amigos y yo todo lo que voy a decir es bueno, les
tiene que gustar inevitablemente”.
El
tercero, ¿recojo o no aspectos de su biografía?,
no por razones obvias, así que
estas palabras son mi mirada personal y nacen de mi experiencia contigo en el
hoy percibido como breve segmento vital de unos seis cursos escolares, y por
tanto una opinión
absolutamente subjetiva; y, desde luego, “sin
recortes”, no te voy a hacer un ZP-Rajoy en mis
elogios a tus excelencias como persona y maestro.
El
cuarto, si desde el minuto cero sé como
voy a terminar estas palabras, ¿cómo
las comienzo?, el primer impulso fue: ¿qué hace un maestro como tú en un homenaje como este? decidí que esto no pega, pues si bien es
cierto que eres un tanto “rebelde” y transgresor, no lo es menos que
siempre “sabes y has sabido estar”,
que siempre separas la rutina de las ocasiones, las anécdotas
de lo importante y , además
de eso, eres conservador de las sanas y buenas costumbres entre colegas. En
conclusión Antonio, permíteme
que insista, aquí estas
para dejarnos que te digamos cosas bonitas y sentidas, que te agasajemos, y recojas una pequeña
muestra de lo mucho y bueno que has sembrado en nosotros y en tú dilatada vida de docente, de la cual
hoy te despides, pero no de la otra, si hombre de la de MAESTRO pues eso lo serás
siempre.
Así pues he decidido empezar por “querido” , no en su significado de relación
clandestina, sino en el de “persona
querida”. Que nadie piense que entre tú y yo no han habido diferencias, las
hemos tenido y las tenemos, pero frente a ellas siempre hemos puesto tres
cosillas: respeto, diálogo
y generosidad, tres valores con los que se crea ese espacio tan maravilloso
llamado “compañerismo”;
y tú Antonio
eres un magnífico compañero,
“siempre
estuviste cuando yo te necesité” ¡gracias
amigo!.
La
otra palabra es “entrañable”,
y lo eres por dos razones: la primera, por ser un magnífico
ejemplar de lo que yo llamo Maestros de la Transición, a saber, aquellos que iniciasteis
la carrera administrativa con la democracia llevando el sistema educativo de la
vara, la tarima y el crucifijo al
programa 2.0, a las aulas tic, etc, en definitiva a la modernidad.
Una
generación en peligro de extinción,
que comenzó siendo
Maestros Nacionales de EGB para terminar siendo Maestros Transferidos de
Educación Primaria.
Maestros
con señas de identidad propias e inequívocas:
progresistas, renovadores, de una ética
y estética intachable, comprometidos, de sólida
y contundente formación
académica y docente, solidarios, tolerantes
pero no permisivos, defensores del diálogo
pero no “del
todo vale”,
sensibles, cercanos y accesibles a sus alumnos pero no “coleguillas”,
flexibles y comprensivos pero exigentes, etc.
La
segunda, Antonio eres entrañable
por estas bendecido por los dioses con el don de ser maestro. Se nota que tu
ADN lleva codificado el abc de la
docencia. Eres de esos maestros a los que todo el mundo quiere, de los que
haces fácil el arte de enseñar
y que sus alumnos le siguen como si fueras el auténtico
flautista de Hamelin.
Bueno,
ahí va
la despedida: yo me quedo con los maravillosos ratos que he pasado en tus
reuniones de ciclo, con los momentazos en conserjería
con Federico cuando nos poníamos
verdes-bordes con las maestras, con tú excelente humor de mañana,
con las tertulias en los recreos cuando coincidíamos,
con tú “habilidosa” habilidad para moderar y llevarnos al
huerto del entendimiento, y tantos momentos buenos que se quedan en el recuerdo
de ese breve instante de nuestras vidas.
Ya
sabes que te controlo en facebook y te
deseo que en el resto de tu vida tengas
un HORARIO MACIZO de felicidad.
Momentazos en Conserjería |
Horario macizo de felicidad |
Que feos que somos y que guapa es Gelen |
Te controlo en Facebook |
Exmaestro
que te admira, respeta y quiere.